El pilar de nuestra patria. Aquellos que han jurado lealtad a la dictadura de Velmegun. Reconocidos ciudadanos del país que siempre velan por el bienestar de su nación. Suelen ser admirados por los habitantes ante la osadía que tienen de proteger el futuro de la humanidad frente a los invasores. Día tras día, las fuerzas especiales arriesgan sus vidas en situaciones variadas, desde acceder a las zonas prohibidas de la ciudad hasta establecer contacto con extraterrestres. Es por ello que gozan de un sueldo elevado y pertenecen a la élite del país, obteniendo beneficios por sus hazañas.
Los militares han sido acreedores de críticas constantes. Muchos miembros de la población, más que admirarles, les observan con desdén desde las sombras, envidiando sus regalías y detestando la presunta superioridad que poseen por el simple hecho de dedicarse a ésta profesión.
La traición a la nación está sancionada con pena de muerte, por lo que la existencia de espías o aliados de los invasores se dificulta, aunque no por eso se imposibilita.

Todo aquel ser que desee una vida próspera tiene la oportunidad de realizarla si ingresa al Colegio Militar de Velmegun, la única academia en todo el territorio de la ciudad. Sobra decir que esta academia, es instruida y dirigida directamente por los gobernantes del régimen militar que yace sobre Velmegun. Aquí, no solo se preparará e instruirá a los estudiantes para todo lo que se encontrarán en el mundo militar, o hacia las distintas especializaciones que los propios estudiantes puedan tomar (Como para grupos de reconocimiento, de defensores de las fronteras de la ciudad, de vigilantes internos de la misma, grupos médicos, grupos de ataque, entre muchos otros), sino que también se les adoctrinará e inculcará una total y completa lealtad hacia el gobierno para el que sirven y para el que servirán, así como un desprecio a todo aquel que pueda ser catalogado como un enemigo, y especialmente sobre aquellos que puedan ser llamados traidores, enseñándoles a no flaquear ni sentir piedad por aquellos que se interpongan en sus labores, priorizando siempre “La misión”, la ciudad, y el gobierno militar, sin importar qué o a quién se tengan que enfrentar, ya sean amigos o familia. Los convierten en auténticas máquinas que, en el futuro, disparen cuando el gobierno lo necesite.

Todos los miembros de la comunidad Velmegun. Viven bajo el régimen del gobierno militar sin oponerse, sin causar caos, y mirando de atacar las órdenes que se les apliquen, sin causar revuelo alguno. Viven bajo una dictadura, por lo que su voz y opinión no solo no vale demasiado, sino que incluso, podría tomarse como una muestra de agresividad que necesariamente, deberá de ser reprimida. Sin embargo, si mantienen la obediencia y la paz requerida, podrán tener una vida “Normal”, aunque incluso en esta población pacifista, pueda existir desprecios internos hacia algún que otro ser, siendo discriminados aquellos que siguen siendo tachados de “Diferentes” al humano promedio, tales como serían los mutantes, los metahumanos, los liches de todo tipo, y sobre todo, las fallas, entre otros. Cabe decir que, aquellos seres socialmente aceptados son sin dudas los Cyborgs (Que sin embargo, caer dentro de la servidumbre), mientras que sus semejantes robóticos tales y como serían los androides, siguen en un fuerte debate si han de ser considerado ciudadanos o no, aunque legalmente, si poseen conciencia propia y no han sido diseñados para la servidumbre o si han sido “Liberados”, pasan a formar parte de la comunidad.

Ex-miembros de la comunidad de Velmegun. Todos aquellos ciudadanos que, ya sea por algún tipo de castigo legal (Aplicado comúnmente a aquellos criminales que no llegan a necesitar la pena de muerte, pero que tampoco conviene a la comunidad mantener con vida, o incluso, traidores), que por haber sido marginados por los propios militares o los propios ciudadanos, o incluso aquellos que hayan tomado una iniciativa propia, han acabado abandonando la ciudad, generalmente desterrados y sin posibilidad de regresar o volver a poner un pie en la ciudad. Es raro que las personas se vayan por cuenta propia y, aquellos que son expulsados, tanto por la propia sociedad como por medios legales, generalmente se les podría considerar como “Gente dura”, pues son ellos los que logran sobrevivir en el mundo salvaje donde no tienen ayuda alguna (Llenándose de gente similar a pandilleros o similares), y donde se las tienen que arreglar para subsistir por sí solos, a veces intentando mantener márgenes de sociedad, otras veces formando grupos entre ellos, y comúnmente saqueando y atacándose los unos a los otros, viviendo bajo la regla de “El más fuerte, sobrevive”.

Grupo de personas que han tomado la iniciativa de ir en contra del gobierno militar que rige Velmegun. Es normal que los rebeldes hayan sido en algún momento de sus vidas o, en el mismo instante que hayan decidido unirse a las filas de la rebeldía, hayan pasado a ser también desertores, pues los militares no los ven más que como una plaga, un cáncer, o, mejor dicho, los enemigos de la nación. Están en una constante guerra contra los militares la cual, no apunta para terminar, y, algo que nadie sabe de este grupo, salvo por los propios miembros de la resistencia o, pocas personas que hayan llegado a tener contacto alguno con esta –Que incluso y aunque intenten formar rumores al respecto, estos generalmente, nunca se llega a expandir en lo absoluto-, es que desde sus inicios y hasta la fecha, se han mantenido fervientemente en la lucha contra la plaga que azotó a la humanidad y llevó al antiguo mundo a su fin, buscando con todas sus fuerzas la cura ante aquel mal traído por los alienígenas que les aqueja día y noche. Nadie sabe qué, tan cerca están de encontrar la cura, pero son hasta ahora, la única esperanza por erradicarla.

La ciudad de la prosperidad esconde una cruda realidad que, por más que el gobierno intenta callar, no lo va a lograr. Entre las entrañas de ésta próspera tierra se encuentra una ciudad subterránea a la que pocos han tenido la osadía de adentrarse. Un lugar que es el cúmulo de la maldad, donde puedes encontrar la peor de las calañas, desde estafadores hasta asesinos a sueldos, dispuestos a matar a quien les ordenes sin chistar. Todo lo que maligno que te puedas imaginar, está acá; aquello que no tiene cabida en la ciudad huye a estos territorios para sacar provecho de un mundo que allá arriba no se les permite explorar.

Aquellas criaturas que no pertenecen a este planeta, con la particularidad de que han jurado lealtad a la Gran líder de Alternia, una nave espacial donde pueden convivir todas las razas aliadas. En su mayoría, no son capaces de simpatizar con los terrícolas dado a que sus objetivos y ambiciones se colocan como prioridad. Suelen tener pensamientos ególatras, actitudes xenófobas y siempre se ven acompañados con aires de superioridad. La mayor parte de los invasores creen en la selección natural y están convencidos de que los humanos son una raza que, o debe ser exterminada, o verse en su totalidad subordinada. Lo mismo sucede con las razas más débiles de la galaxia.

Un grupo específicamente de Aliens que llegaron por sus propios medios a la tierra y posiblemente desconocen de la existencia de un majestuoso ser, quien es quien gobierna la mayoría de los visitantes extraterrestres. Generalmente, se trata de cualquier otro Alienígena exento de toda soberanía de la Reina de Alternia. También entran grupos que fueron expulsados de la misma, que escaparon de una muerte segura o que abandonaron la nave para jamás volver. Es probable que a algunos les guardara rencor y que son buscados por la dichosa líder. En cuanto a ello, generó una disputa que parece no terminar, una contienda interminable con piratas que retrasan los planes de la Reina.

El bienestar de las élites se ha colocado como una prioridad en Velmegun. Entre tantos disturbios, se amerita de una ayuda diaria en las labores del hogar, alguien que cuide de los hijos o en su defecto, un ser para satisfacer los más oscuros deseos de esta sociedad. Si bien Velmegun es una retórica a la esperanza que supone ésta gran ciudad, la satisfacción de la alta sociedad nunca está de más. En este grupo pertenecen todo tipo de entes que se han visto subordinados, desde una ama de llaves hasta una invasora que ha sido presa de las cadenas. Es normal ver alienígenas presos de guerra dentro de esta categoría por la fuerza, similar a como ocurre con algunos desertores, terroristas o rebeldes capturados. Por otro lado, también te puedes encontrar seres creados para este propósito, tal y como serían los androides, aunque a veces sean creados directamente para la servidumbre y otras veces, tengan o desarrollen conciencia propia. No existe mucho problema con aquellos que actúan como servidumbre de forma opcional y remunerada, sin embargo, aquellos que lo hacen por la fuerza, son vistos en menos, casi como objetos sin derechos, incapaces de conseguir la libertad por sí mismos.

Los seres más peligrosos que podrías encontrarte. Son todos aquellos que, similar a los rebeldes, se mantienen en contra del gobierno militar o, mejor dicho, se mantienen en contra de todo y todos. Son aquellos criminales que se concentran en su propio beneficio, sin importar a quien tengan que pasar por delante, cometiendo actos ilícitos a diestra y siniestra, sin importar la sangre que sea derramada o las víctimas que puedan tener, aprovechándose incluso de esta para hacer que el propio gobierno o, posiblemente, también los rebeldes, acaben cediendo ante las demandas del momento que puedan hacer. Suelen reunirse en grupos de personas y es posible encontrarlos tanto en las afueras de la ciudad de Velmegun, donde está la mayoría y donde pueden permitirse planear sus ataques y planes con mayor facilidad debido a que yacen en territorios “Sin leyes” ni gobernantes, aunque también es posible llegar a encontrarte algunos dentro de la propia ciudad, a veces, incluso encargándose de servir de infiltrados para los terroristas del exterior. Claro... Si es que corren la suerte de evadir y esconderse del gobierno militar que se dedica a cazarlos.